Has sobrevivido a la depresión postvacacional, a la olas de frío y de calor, los cortes de digestión, las lluvias torrenciales, la opinión de los psicólogos y los amigos invisibles. Tuviste suerte con las medusas, las banderas rojas, los cuidado con el perro, que viene el lobo, el hombre del saco y el coco. La noche que las centrales nucleares iban a explotar y todo el sistema se derrumbaría, la noche del fin del segundo milenio te dirigiste a un cajero automático a por un poquito de tu poquito dinero ¡y te lo dio!.
Te has bañado desnudo en una playa con y vestido en una playa sin. Has sobrevivido a los moralistas carcas y progres. Elevaste la gripe del pollo a su femenino y te comiste hasta los andares de la del cerdo.
Has cruzado algunas vías justo antes de pasar el tren. Te has subido, te has bajado y lo has perdido también. Has mirado al precipicio y acojona, una vez estuviste muy cerca.
Has sobrevivido a las palabras que no le dijiste, y las que te tenías que haber callado.
Has visto morir a gente y la has visto nacer. Estás en el juego… por ahora.
A ver si superamos el cambio de hora.
¡Valor!