Humor negro 9

Felicidad

Soy feliz. Yo sé que vosotros adoráis la felicidad hasta la fe que habéis perdido. Por eso, porque la necesitáis, buscáis sucedáneos. Os los tomáis como píldoras para el dolor difuso de la existencia que no soportáis.
Ayer, mientras colgaba unos espejos me puse enfrente de uno de ellos, agarré la ‘ felicidad ‘ con la mano izquierda y me la eché a la boca: la mastiqué, la trituré y me la tragué. Hoy la he cagado. La he desechado de mí.