Humor negro 10
Regreso
Al fondo del precipicio ha sido hallado el cadáver del hombre desaparecido. Un pescador de la zona, en la calma de la noche, logró oír el maullido tenue de un gato. Él fue quien vio al recién nacido sobre las costillas putrefactas del hombre desaparecido.
Un gordo y calvo forense se lo ha contado a su peor enemigo como último habitante de un bar de mala muerte en su séptimo güisqui. Ya en su casa deslizará el cuello hacia el nudo, lo ajustará y descenderá al cielo de la eternidad. Horas después una manifestación pacífica de animalistas pasaba justo a la ventana donde aún colgaba el cuerpo del forense que soñó su autopsia. La vaca que encabezaba la manifestación “ por un horario digno en las lecherías”, salió en desbandada al paso por una carnicería donde una vieja que salía sonrío con su único diente mientras le enseñaba el entrecot que acababa de comprar. Quinientos metros después un camión la aplastó. El camionero de 33 años no debió de bajar de su camión a interesarse. Fue linchado hasta la muerte por la turba de pacifistas.
El recién nacido sobrevivió. Hoy se le ha visto salir de la iglesia con sus rodillas ensangrentadas.
Esa es la historia que me contó el Sr. Gambardella antes de que lo arrojara al arrecife de las sirenas la noche de la gran tormenta de octubre. Y ya de regreso no podía saber que poco después, esa noche, me convertiría en un personaje.