El fumador, es una especie histórica perseguida, al borde del abismo y en vías de extinción. No es que la gente no se vaya a morir cuando se deje de fumar en los locales, o en tú edificio, en el pueblo, en Madrid, Londres o Nueva Cork, en el Planeta, en el Sistema Solar o la Galaxia… se va a morir. Mientras tanto nos fríen a impuestos.
De camino al ostracismo, el fumador sólo y triste siente el desamparo: La ONU no ha dicho nada, al parecer están trabajando en una reunión en la que tratan asuntos pendientes de la anterior reunión. Greenpeace, no se ha colgado de ningún puente por nosotros. En la OMS, Organización Mundial de la… Gripe, es decir, organización que se dedica a acojonar año sí y el otro también con gripes devastadoras al personal, están encantados, aunque como asunto secundario porque están muy metidos ya en la gripe del año que viene. Después del fiasco del pollo y del cerdo, están sondeando el medio marino, en los mentideros ya se habla de la gripe del boquerón.
Por ser constructivo, como hay tantos no fumadores y exfumadores, en vez de alegrarse de la prohibición, no entiendo por qué en base a la libre elección no se han juntado para crear más locales sin humo de bebidas espirituosas donde vayan todos los no fumadores y se reúnan con total libertad y pongan a parir a los fumadores, ¿falta de confianza?
Y poco a poco, sin prisas sin pausas, un día surja la necesidad del reencuentro y ambas especies, fumadores y no fumadores, podamos compartir nuestras grandezas y miserias, y ambas especies podamos convivir, y podamos invitar a los taurinos y antitaurinos, a los sin y a los con, y quién sabe si un día consigamos ser, fumadores y no fumadores, educados y respetuosos. Tal vez, algún día, nos miremos hasta amarnos.